Tras las elecciones generales celebradas ayer, hoy se está hablando del sistema de reparto de escaños vigente en España, denominado sistema d´Hondt.
Los pequeños partidos quieren modificar el sistema de reparto de escaños, eliminando el actual en el cual los partidos grandes salen beneficiados y se producen desigualdades tales como que un partido necesite más de el doble de votos que otro para conseguir un escaño; o que los votos de los ciudadanos de una provincia tengan más valor que los de otra.
A continuación trataremos de explicar de manera sencilla en qué consiste el sistema d´Hondt:
El Congreso de los Diputados de España tiene 350 escaños, los cuales se reparten de manera proporcional. Existen en nuestro país 52 circunscripciones que se corresponden con las 50 provincias, más las ciudades de Ceuta y Melilla. Cada provincia tiene asignado dos escaños, Ceuta un escaño y Melilla otro escaños. El resto se reparte entre las circunscripciones de manera proporcional a su población.
En cada circunscripción se realiza el recuento de votos y se eliminan del reparto de escaños todas aquellas candidaturas que no alcancen el 3% de los votos. A continuación se divide el número de votos que ha tenido cada partido entre el número de escaños de esa circunscripción.
Para entenderlo mejor utilizaremos un ejemplo ficticio. Si en las próximas elecciones, en una de las circunscripciones de España, cuatro partidos políticos luchasen por conseguir los cinco cargos de diputadosdisponibles y el número de votos total (que no de censados, pues aquí sólo cuentan los votos válidos y los llamados en blanco) fuese de 13.500, estos serían los resultados:
Lo que marca la Ley D’Hondt es que hay que dividir el número total de votos que ha recibido un partido por 1, 2, 3, 4 y 5, es decir, los cargos electos que se disputan en cada circunscripción. En este caso, los 5.000 votos del partido A se dividirían por 1, 2, 3, 4 y 5, lo mismo con los 4.000 votos del partido B (1, 2, 3, 4, 5), etc. De todos los resultados obtenidos,los cinco diputados se asignan a las cinco cifras más altas, independientemente del partido que sean. Eso sí, para poder aspirar a obtener representación, hay que lograr un mínimo del 3% del total de los votos.
En este caso, el Partido A tendría el primer diputado gracias al resultado de 5.000, el segundo diputado correspondería al Partido B por el cociente de 4.000, el Partido C se llevaría el tercer diputado con la cifra de 3.500, el Partido A se quedaría con el cuarto diputado por el resultado 2.500, y el quinto y último diputado sería para el Partido B, con la cifra de 2.000, más alto que todos los cocientes del Partido D. Por lo tanto, el Partido D no tendría representación, el Partido C alcanzaría un único diputado, y los partidos A y B se quedarían con dos diputados cada uno.
En caso de empate, el escaño se le otorga a la formación con mayor número de votos, aunque esa posibilidad es muy remota ya que las cifras no suelen ser redondas como en este caso.
El número de diputados que se asignan a cada circunscripción también esproporcional según el número de habitantes. Por ejemplo, en las elecciones generales hay 350 diputados para 52 circunscripciones (las provincias españolas), con un mínimo de dos diputados por provincia (excepto en Ceuta y Melilla que tienen uno).
Con este reparto, en Soria (la provincia menos poblada) votan por la elección de dos diputados mientras que en Madrid (la más poblada) lo hacen por 36. La consecuencia es que en Madrid, para lograr un diputado cada partido, se necesitan 128.287,5 votos, y en Soria sólo 38.685, lo que implica que en Soria el valor de un voto sea mucho mayor.
Esto provoca que si un partido tiene repartidos sus votos en varias circunscripciones pueda obtener menos escaños que un partido con mucho apoyo en una sola provincia, que es lo que ha ocurrido en las últimas elecciones con Izquierda Unida y ERC, por ejemplo.
Por primera vez he entendido cómo funciona la Ley D’ondt. Enhorabuena por la explicación.